Un curso de maestros sobre maestros, por maestros y para maestros. Ver a judokas que lo han sido todo en nuestro judo como Miram Blasco, Ernesto Pérez, Kenji Uematsu, Óscar Peñas... y tantos otros que estaban presentes en el curso, tomar interés ante las explicaciones sobre makikomi y gaeshi del Maestro Taira, o sobre las modificaciones del reglamento de competición por el árbitro internación el Jaime Roque, o a Carlos García Pasan sobre el Goshin Jitsu, o sobre el funcionamiento de la Escuela Federativa Nacional, por su director Vicente Carratalá, es un claro ejemplo del modo de funcionar de la Federación Gallega.
Beneficio y Bienestar Mutuo (jita kyoei) escribió el Maestro Taira en el libro de honor de la Federación Gallega, y es evidente que esa es la idea que mantiene en marcha el motor de la FGJyDA. Este curso (11ª edición) y la Gala en sí misma no es más que la punta del iceberg de un trabajo, otro de los escaparates que nos permite entender porqué la federación que dirige Mario Muzas ha sido considerada como la mejor de España por los lectores de Hajime-Judo en los dos últimos años, ya que bajo esa "punta" hay un trabajo de grupo, de unidad para ese "bienestar mutuo": actividades como el Trofeo José Luis de Frutos, el Trofeo Miguelito, el Ciudad de Vigo, la Liga Gallega, el Teresa Herrera... dan una idea más esclarecedora de lo que es este trabajo, donde el individuo se diluye para convertirse en grupo y donde los personalismos son reflejo del éxito de todo el equipo. Esto, claro está, aderezado con una gestión de los medios de que se disponen, realmente eficiente, y donde el apoyo de instituciones públicas (Concello, Gobierno Galego, Ayuntamientos...) y privadas (Caixanova, Noris NKL...) se ve recompensado con la actividad frenética de esta federación.
Durante los prolegómenos que precedieron a la Gala, uno de estos grandes maestros (grande por grado y por trayectoria, más que por edad) me confesaba que se sorprendía año tras año al ver lo que “la Gallega” era capaz de organizar, mientras yo no podía hacer más que asentir y encogerme de hombros, y acompañarle en la reflexión: “pues si ellos pueden… ¿por qué el resto no podemos?”. No hay duda que no es el único modelo para hacer las cosas bien, pero sí que es uno de ellos, y es evidente que funciona.
La entrega de premios no hizo más que poner la guinda al fin de semana: un reconocimiento a los mejores deportistas gallegos, a muchos amigos de la federación, a las instituciones y colaboradores, a los nuevos sextos danes… y una sensación de reconocimiento más amplio a todo el judo gallego, que al fin y al cabo, es quien hace posible estos logros.
Desde estas líneas, solo nos queda felicitar y dar la enhorabuena por este quincuagésimo primer cumpleaños a todos los judokas gallegos, y agradecerles su amistad y su hospitalidad.
FELICIDADES AMIGOS Y GRACIAS POR TODO
Osotogabi