Esto se acaba señores... mañana viernes se disputará la última de las siete jornadas de la competición de judo. Hoy no ha sido un día especialmente duro, pese a dormir solo tres horas, la competición se ha hecho llevadera, sobre todo en la sesión de eliminatorias, con menos competidores que en días anteriores, menos combates y mucho más corta.
Por la tarde, para el bloque de finales y con una inglesa y un ruso en las finales nos ha tocado visita oficial: Vladimir Putin y David Cameron (lo que significa más seguridad y muchas más incomodidades).
La competición de hoy a vuelto a demostrar (por sexto día consecutivo) que en unos Juegos lo imprevisible es lo esperado: Anai y Ogata dejaban a Japón fuera del bloque final, Rakov caia en primera ronda, Zeevi se iba fuera tras un gran trabajo de suelo de Peters, Van der Gest cruzaba con Khaibulaev y se quedaba sin opciones al podium y para cuadrar el círculo, Gibbons se metía, contra todo pronóstico en la final.
Lo mejor del día, el entrenador alemán de Peters (en cuanto pueda le pregunto a Paco Lozano el nombre) se subio a hombros los 100 quilitos y casi 2 metros de Dimitri y lo paseo por delante del por delante del público... un público, que por cierto mantuvo vibrando el pabellón durante todos los combates del día, gracias a ingleses, holandeses, alemanes, estadounidenses y brasileños.
Ahora vamos camino del MPC en el bus oficial, así que parece que ya ha abierto el acceso a la zona después del accidente de ayer, en el que un autobus atropelló a un chico de 30 años que iba en bicicleta, justo en la entrada de los transportes de prensa.