Recién aterrizados y con el rugido del Paris Bercy aun en nuestros tímpanos queremos contaros las conclusiones que hemos sacado de las 22 horas de judo que el fin de semana nos ha deparado.


En primer lugar se ha notado una pérdida de público en la grada, más acusada aún el sábado. Uno de los atractivos del Grand Slam de París es poder disfrutar del judo en un entorno más propio del fútbol y otros deportes de masas. Esto es debido a una organización exquisita y a un país volcado en nuestro deporte, del que en ocasiones sentimos envidia sana. Pues bien, a pesar de que el pabellón presentaba una entrada más que respetable e infinitamente superior a la que registran otros torneos, no ha sido el París Bercy en el que no cabe ni un alfiler de años anteriores. Quizás se deba a la ausencia de grandes ídolos locales como Riner , Decosse, Darbelet o Emane.

Por otro lado este año París ha perdido algo de peso específico en favor del Dusseldorf. Las dos superpotencias de este deporte, Japón y Rusia , no han viajado con su primer equipo a Francia y si embargo si lo harán a Alemania.

ACTUACION JUDOKAS ESPAÑOLES
La delegación española acudió a París con cinco representantes. Nos parece significativo que nuestros vecinos portugueses, sumidos en una crisis económica mucho más profunda que la nuestra y con un PIB comparable al de Andalucía, sean capaces de conseguir llevar a once judokas, más del doble que nosotros. Debemos hacérnoslo mirar.
-48 Julia Figueroa. Es espectacular cómo ha subido de nivel esta judoka, victoria en Casablanca, medalla en Jeju. Sin embargo se vio superada claramente por Laborde. Recibió un wazari en contra en los primeros compases del combate que no pudo remontar ante la judoka cubana.
-52 Laura Gómez. A priori debía estar en la lucha por las medallas. Se la vio en forma y con la agresividad que le caracteriza, sin embargo, no compitió bien. Ganó con autoridad a la judoka de Madagascar pero ante la portuguesa Joana Ramos , después de marcar wazari no supo cerrar un combate que tenía más que encarrilado .

-63 Isabe Puche. Se enfrentaba a la jovencísima húngara Gercsak (17 años), una de las grandes promesas de judo en su país. Pese a la mayor experiencia de la española, Gercsak dominó el combate de principio a fin, a excepción de algún susto con los "ouchis" de Puche, y se llevó la victoria por 1 yuko y 1 wazari.
-78 María Bernabeu. Por el nivel de María esperábamos que avanzara en el cuadro para luchar con Tachimoto por un puesto en la semifinal. Sin embargo , perdió con la canadiense Zupancic en su segundo enfrentamiento. Nuestra judoka dominó el kumikata en gran parte del combate, pero no realizó entradas peligrosas y recibió sanciones que debió evitar. Nos gustó más su actuación del año anterior.

-66 Sugoi Uriarte . Comenzó la competición ganando al Kazajo sin muchas dificultades para posteriormente imponerse al tailandés con facilidad. En su tercer combate se enfrentaba a Zantaraia , unos de los judokas más en forma del circuito . Consiguió enredar al ucraniano en su telaraña de mates y shidos pero en esta ocasión Zantaraia estuvo más listo y se llevó la victoria. Como casi siempre que compite se mostró estable, seguro, no cometió errores pero tampoco mostró su mejor versión , esa la guarda para europeos , mundiales y olimpiadas.
-81 Adrián Nacimiento. Ganó en su primer combate a un griego-georgiano muy peligroso (campeón del mundo junior). En su segundo combate, otra vez Bottieau se cruzó en el camino de los españoles y cortó las aspiraciones de Adrián que no estuvo bien. El belga se adelantó pronto en el marcador y todos sabemos lo difícil que es ir a remolque en un combate con Bottieu .Creemos que Adrián lo tiene todo para estar en puestos más altos del ranking, técnica, poderío físico, sin embargo para ello no puede perder en un Grand Slam con judokas de la categoría del belga a los que habitualmente gana en competiciones inferiores.

ARBITRAJE
El reearbitraje desde fuera fue algo habitual.
Siempre es triste hablar de arbitraje después de un campeonato. La gran victoria de esta disciplina sería pasar desapercibida cediendo todo el protagonismo a los deportistas, desde hace unos años, esto rara vez ocurre en el judo. Al ser el Grand Slam más tempranero del año, París vuelve a ser el primer escaparate de la enésima vuelta de tuerca a la normativa.
La mayoría de las veces no he simpatizado con los cambios que ha sufrido el Judo en los últimos años al entender que falsean el combate, sin embargo , he de reconocer que se consiguió un judo más vistoso. Pues bien, con la normativa que ha entrado en vigor en este 2014 hemos retrocedido significativamente en este aspecto. En los combates se suceden un sinfín de mates y shidos que restan dinamismo a los enfrentamientos. Con estas premisas, no se hace necesario tener que derribar al contrario ya que es relativamente sencillo conseguir ventaja con las amonestaciones. En multitud de combates no gana el que más peligro y judo genera si no el que consigue recibir menos shidos. Los judokas tienen que estar pendientes de no cruzar el agarre, no rozar la pierna del contrario, no romper a dos manos , no salirse , no agarrar a una mano… demasiados nos que cada vez
Manel, como siempre, fue uno de los más acertados
dejan menos espacio al judo. El caso más gravoso ha sido la nueva amonestación por salirse. Después de varios cambios en los que se fomentaba hacer judo fuera del tatami , nos cambian totalmente el chip y se comienza a sancionar muy estrictamente las salidas, provocando un caos de shidos y parones. Por otra parte , a falta de estadísticas oficiales , se han reducido de manera importante el número de técnicas de oro.
Como si de un coitus interruptus se tratara, nos privaron de terminar la revancha de la final olímpica entre Isaev y Nakaya .El japonés tocó la pierna del ruso en un kouchigari y se fue a la ducha. El año pasado nos quedamos sin poder ver al espectacular Morishita porque también tocó la pierna del contrario en el primer combate. ¿ es necesario sancionar esta acción con hansokumake como si de un acto antideportivo se tratara? ¿no bastaría con un shido?
Como dato curioso varios entrenadores no pudieron sentarse en la silla porque el kimono de algún judoka de su delegación no cumplía la normativa de medidas. Makarov no pudo salir en todo el sábado y también creo recordar ver al cubano de 81 kg competir sin nadie en la silla.
En ocasiones los árbitros pecaron de caseros pero es que cuando el París Bercy aprieta…
Vitali Makarov, uno de los "expulsados" del sábado.

NOMBRES PROPIOS
Sobirov en uno de sus ticks más habituales.
El Villa de París es el escaparate perfecto para ver a ilustres medallistas olímpicos y mundiales : Gerbi, Asley, Kim Jae Bum, Ortiz, Kim, Nakaya, Isaev… La mayoría de ellos evidenciaron no estar aun en su mejor momento de forma consiguiendo resultados muy por debajo de lo que se espera de ellos, aun así dejaron destellos de su enorme calidad. Mención aparte merece el caso de Sobirov. El uzbeco dominador absoluto del último ciclo olímpico en la categoría de 60 kg parece no haberse adaptado a la categoría de 66 donde ya no cuenta entre los favoritos. Muy acostumbrado a dominar el kumikata en la categoría inferior por su poderío físico , no está sabiendo solventar su falta de envergadura respecto a sus rivales en 66 kg.


Shichinoje en lo alto del podium de +100.
La edición de este año nos trae nombres propios. Agbenenou se impuso con mucha facilidad en 63 Kg y luego nos ofreció un bailecito. Allardón “solo“ fue quinto pero descubrimos a un 73 kg muy elegante en su judo que se lo pondrá más que difícil a Legrand. A pesar de que una lesión nos privó de verle enfrentarse en la final a Lipetiniani, Lee demostró por qué fue campeón del mundo en 90 kg. Zantaraia, a pesar de perder la final con un gran Pulyaev, ofreció el espectáculo al que nos tiene acostumbrado. Tchrikishvili se puso serio y ni Kim Jae Bum ni Pietric le hicieron sombra. El Villa también nos descubrió a un gran Shichinoje que pese a las grandes ausencias en la categoría máxima, se reivindicó como el peso pesado que Japón lleva años buscando. Un dato curioso: desde 2007 no veiamos a un japonés en lo alto del podium de +100 (Inoue), en las siguientes seis ediciones Riner se conviritió en el indiscutible campeón de París,
Si tuviera que quedarme con unos de los judokas que han participado en este torneo, sin duda ese sería Keita Nagashima. El japonés cayó con Pietric el pase a la final en un combate bastante polémico e Imamov le estampó en la lucha por el bronce , sin embargo ,solo por ver los 2 ippones que marcó de uchimata mereció la pena el viaje a París.

Crónica de Anto Álvarez y Manu Amigo

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