El domingo por la mañana se diputó la competición de la categoría masculina. Esta vez era el turno de los chicos, que pese a las ausencias dieron muestras de lo difícil que se lo habrían puesto a los exentos, de haber estado allí.


En -60, sin referente alguno por las exenciones de Kenji y Javi Fernández, y tras la retirada de Roberto Cueto, y con el joven Álex Timoneda como única medalla de 2007, se preveía un peso muy abierto. Los principales aspirantes al título, el campeón junior y sub-23, Dani Pions, el subcampeón junior, David del Campo, y el aragonés, bronce en el sub-23, Raúl Clemente.
La competición la abrió Pions con una victoria ajustada, frente al madrileño Santiago Sastre, que fue incapaz de remontar el koka de yoko-tomoe que llevó en contra desde el primer minuto de combate. En cuartos de final, se impuso ante el alicantino Luís Flox, por otro solitario koka, en un combate muy trabado. En semifinales se enfrentaba al catalán David del Campo, que había dejado fuera del cuadro al andaluz Carlos Calle, con un yuko de kuchiki-taoshi, y a Andoni Aizpurua con un ippon de uchi-mata. En un combate muy igualado, Dani encontró la forma de adelantarse con un yuko, en el ecuador del combate, que vino acompañado de una sanción para David. Con el marcador a su favor, el de Binéfar empezó a defender, tratando de anular los trabajos del catalán. Un último shido, para Pions, a falta de diez segundos cerró el combate y colocaba al joven judoka de dieciocho años en la final.
En el otro lado de la tabla, Álex Timoneda se deshacía del correoso gallego Rubén Perrino con un waza-ari de kuchiki-taoshi; y del andaluz, Santiago Bernárdez con un yuko, y un ippon de osaekomi. En la semifinal se enfrentó al otro judoka de Binéfar que había en el sorteo: Raúl Clemente. El aragonés venía de imponerse por dos yukos a uno, ante el madrileño Daniel Ruiz, y ante el canario Alberto Ocaña por un waza-ari y tres yukos. La semifinal se preveía igualada, pero en uno de los primeros lances del combate, en medio de una enrevesada acción y entre kata-gurumas, sukui-nagues, y kuchiki-taoshis, Clemente acabó aterrizando con la espalda en el suelo de ippon, dando el pase a la final a Timoneda.
La final empezó con un primer minuto de lucha por los agarres, y trabajos de suelo por ambas partes, que parecía iba a ser la tónica del combate, pero un kuchiki-taoshi del aragonés, tras una entrada fallida de Timoneda, al poco de entrar en el segundo minuto, dio como resultado un ippon que proclamaba a Dani Pions campeón de España 2008.
Los bronces se los repartieron Raúl Clemente, que se impuso a Carlos Calle, y David del Campo que hizo lo propio con el gallego Perrino.

En -66, sin Peñas ni Delgado, y con la retirada del mundo de la competición de Marcial, dejaban al madrileño David Ramírez como única medalla de 2007 para la edición de este año. Junto a él, Sugoi Uriarte, Aarón Blanco y Toni Villena parecían, a priori, los mejor situados para luchar por el oro.
En el cuadro A, Ramírez se impuso en su primer combate, con un ippon de kata-guruma, poco antes de cumplirse el segundo minuto. En cuartos se deshizo del gallego Hugo Burgos con un waza-ari y pasó a semifinales, donde le esperaba el vasco con licencia valenciana, Sugoi Uriarte, que venía de imponerse a Yerai Jiménez por dos waza-aris de uchi-mata y de osaekomi, y a José Javier Ríos, al que había apeado con un ippon en los primeros compases del combate de cuartos. La semifinal entre el madrileño y el vasco se disputó a un ritmo muy alto, donde las luchas por el agarre se sucedían con “voladas”, amagos, contras y piruetas que impedían que sus espaldas dieran contra el suelo. Finalmente y tras los primeros trepidantes cuatro minutos, Sugoi consiguió quedarse con la manga de su rival, y con un harai-goshi, arrastró a Ramírez, marcando ippon y pasando a la final.
En el cuadro B, Toni Villena volvía a su enésima Fase Final, para tratar de añadir una medalla más a las seis que ya tiene en categoría absoluta. Pero una vez más la mala suerte se cebó con el valenciano, con licencia asturiana, y en el transcurso de su primer combate ante Guillermo Benedi, el dedo corazón de su mano derecha se luxó, y pese a continuar con el combate durante unos minutos, se vio obligado a abandonar antes de consumir el tiempo. Con esto, el aragonés Benedi pasaba a cuartos donde se tenía que enfrentar al catalán Edgar Massanes, al que se imponía con un te-guruma desde el suelo. En el otro lado de la pool, Aarón, tras deshacerse del extremeño Eduardo Murillo, se enfrentaba a Darwin Vidal, que se había impuesto por ippon a Pablo Arronte. El combate de cuartos entre el madrileño y el valenciano fue, sin duda, uno de los más espectaculares y disputados del campeonato, con una lucha constante por el kumi kata, en la que Vidal trataba de anticiparse a Blanco. Pero fue éste el primero en marcar, consiguiendo un yuko con un seoi, cuando apenas habían transcurrido treinta segundos de combate, y un waza-ari con otro seoi, al cumplirse el segundo minuto. Pese al marcador adverso, Darwin siguió con su trabajo, y así consiguió un primer koka, por shido para Aarón, seguido, en el siguiente mate, por un waza-ari de ouchi-gari a falta de un minuto. Con el marcador, aún a favor del madrileño, y a falta de cincuenta segundos para el fin del combate, Darwin cazó a su rival con un ippon de kata-guruma, que le daba la victoria, y el pase a la final.
La final, entre dos judokas con licencia valenciana que se conocen perfectamente, se preveía muy igualada. Darwin entró en el combate buscando incomodar el judo de Sugoi, buscando su pierna adelantada constantemente, y rehuyendo agarres estables que permitieran al vitoriano, arrastrarle con algún harai-goshi. Un shido por pasividad en el segundo minuto de combate, puso el combate donde le gusta tenerlo a Sugoi, obligando a Vidal a arriesgar para buscar puntuar. Pero pese al cambio en el marcador, el valenciano no cejó en su trabajo y siguió buscando la pierna de Uriarte, sin apenas agarres, dando lugar a un combate frenético plagado de mates y hajimes. Un error de Vidal, en un kata guaruma, fue aprovechado por Uriarte para consolidar su ventaja en el marcador, con un waza-ari de ouchi-gari, que a falta de dos minutos dejaba la final casi sentenciada. En los últimos instantes Sugoi empezó a rehuir, consciente de que su ventaja era demasiado grande para que se pudiera acortar con shidos (de hecho solo recibió uno, y fue a escasos segundo del final), llegando al final del combate con el marcador a su favor.
Los bronces, para el gallego Hugo Burgos, se impuso antes el aragonés Benedi, y para David Ramírez, que se deshizo del catalán Edgar Massanes.

En -73, los exentos eran Kiyoshi e Iván Oviedo; los favoritos, los bronces del año anterior, Pablo Sánchez y David Flecha, acompañados por jóvenes como David Paco o Javier Ramírez, y por judokas más veteranos como Miguel Romero o Juan Bonitch.
El extremeño, con licencia valenciana, Pablo Sánchez abrió el peso con el combate ante Sergio Sanz, al que se impuso, con un ippon de uchi-mata, en los últimos diez segundos. En cuartos se enfrentaba a David Cubero, al que derrotó con un nuevo ippon de uchi-mata. En semifinales se tenía que enfrentar al andaluz Juan Bonitch, que venía de superar a Nicolás García con un juji-gatame, y a Jesús de Grado con un ippon de kosi-guruma. La semifinal cayó del lado del andaluz, que sorprendió a Sánchez con una contra, obteniendo ippon, pasando así a la final.
Por el otro lado de la tabla, David Paco caía derrotado ante Javier Ramírez, que a su vez, quedaba apeado del cuadro principal, por Miguel Romero (como no, tras un sencillo trabajo de suelo, y el consiguiente osaekomi). Por su parte, David Flecha se deshacía con facilidad de Alejandro Megías, con dos waza-aris, unos de tsasae y otro de seoi; y se imponía a Aitzol Arrospide con un waza-ari de seoi pasando así a semifinales. El combate entre Flecha y Romero fue uno de los más polémicos de la mañana. Con el marcador igualado a cero, y rondando el ecuador del combate, David inicía una acción de tomoe nague o sumi-gaeshi, arrastrando a Miguel, pero antes de llegar al suelo, el gallego caza la pierna de su rival con el brazo, cae Flecha, luego cae Romero, y el arbitro levanta la mano marcando ippon. Ambos judokas se levantan del suelo con el brazo en alto celebrando la victoria, que el central, finalmente adjudica a David Flecha, dejando a Miguel solo, durante unos minutos, en el centro del tatami como silenciosa protesta por la decisión.
Así la final enfrentaba a David Flecha y a Juan Bonitch. En un combate muy igualado, con pocas acciones de peligro pero muy activo en la lucha por los agarres, el andaluz aprovechó un descuido del vallisoletano para inmovilizarlo de tate-shiho-gatame, y adjudicarse así el ippon y el combate.
Los bronces fueron para Miguel Romero, que se impuso a David Cubero con un ippon de yoko-shiho-gatame; y para Pablo Sánchez que se deshizo del madrileño Javier Ramírez con un ippon de harai-goshi.

En -81, sin Beni ni Madera, muchos nombres entre los favoritos: Mario Valles, subcampeón de 2007, David Sánchez, bronce en 2007, Óscar Fernández, campeón de España y tercero de Europa en 2001, Jesús Pardo, gran ausente en la edición anterior, Jesús Maquieira, Maurici Casasayas…
Óscar empezó su competición ante el madrileño Morena al que se impuso con un waza-ari; en cuartos se enfrentó al andaluz Fernando González, del que se deshizo con un yuko espectacular de kata-guruma y un ippon de osaekomi. En semifinales se enfrentaba al vitoriano Jesús Pardo, que venía de imponerse de forma in extremis ante Casasayas, por un yuko y ante Mario Valles con un waza-ari de soto-makikomi, cuando perdía por yuko a falta de unos segundos.
En una semifinal muy reñida, Óscar tuvo que buscar la forma de remontar un primer shido que recibió por pasividad, mientras Jesús buscaba ampliar su ventaja en el marcador, peor un error del vasco en un kouchi-gari, permitió al ovetense sacar un yuko de ventaja, que Pardo fue incapaz de igualar.
Por el otro lado del cuadro, David Sánchez superaba a José Manuel Rodríguez con un waza-ari, y al vallisoletano Zeus Herrero con un ippon de morote, colocándose así en semifinales. Por el otro lado Miguel Campos se deshacía del navarro Josetxu León por un yuko, y del madrileño Juan García con un ippon de osaekomi. La semifinal entre Sánchez y Campos fue breve, un ashi-barai de David a los treinta segundos, se convirtió en el ippon que le daba el pase a la final.
La final duró menos de un minuto, entre luchas por los agarres y amagos de entradas, David llego al suelo seguido por Óscar, que encontró el brazo del madrileño, estirándolo bocabajo y marcando ippon con un juji-gatame.
Los bronces fueron para Mauri Casasayas por ippon ante Miguel Campos, y para Jesús Pardo, también por ippon ante José León.

En -90 un único ausente, David Alarza, y muchos aspirantes a la corona del peso: el subcampeón de los dos últimos años, David Pérez, los bronces de 2007, Arnal y De Caralt, y junto a ellos nombres como el de Rigueira o David Ruíz.
Alberto Arnal abrió el peso con un previo ante Álvaro Sánchez, al que planchó en el tatami con un fantástico ashi-barai. En octavos, ante Raúl Hernández se impuso con dos waza-aris; en cuartos, en la técnica de oro y con muchas dificultades ante Fran González, y en semifinales con un nuevo barrido de okuri-ashi-barai en los primeros diez segundos.
Por el otro lado, David Pérez se mostró intratable, sacando del tatami a base de sanciones a su primer rival, Miguel César Pérez, que apenas podía cogerlo. En cuartos ante Egoitz Mora, se impuso con una potente estrangulación, en una transición pie-suelo, en los primeros compases de choque. Y en semifinales, ante un lesionado Jorge Rigueira, que se resintió de sus costillas en el combate de cuartos ante Redero.
Con ello, Pérez y Arnal se metían en una final que se preveía igualada, dado lo mucho que se conocen los dos judokas valencianos. El combate empezó con una lucha encarnizada por los agarres, para que Arnal no subiera la mano izquierda, y éste, a su vez, para subirla e incomodar a David. El primero en marcar fue Pérez, aprovechando una entrada de seoi de pie de Alberto, y cambiando atrás para sacar un koka. A partir de ahí el combate siguió en la misma tónica, Alberto en el centro y David girando a su alrededor para buscar su hombro izquierdo, hasta que Arnal logró cruzar el agarre a su rival y rodar en makikomi por la izquierda para darle la vuelta al marcador con un waza-ari. A falta de dos minutos, David siguió buscando la forma de superar a Alberto, pero solo fue capaz de arrancarle un koka más por shido. Así la final era para Alberto Arnal, que se proclamaba por primera vez Campeón de España absoluto.
Los bronces fueron para Francisco González (Rigueira no se presentó al combate) y para David de Caralt, que tuvo que remontar un complicado combate ante Miguel César Pérez.

En -100, con Iván Vega exento del campeonato, Fernández-Portal, Iker, Jonathan, Udoka y Aarón Rodríguez se perfilaban como favoritos para luchar por el podium.
El primer choque entre favoritos vino de la mano de Iker Lizarríbar, que se deshizo en un previo de Daniel Buendía, y en octavos de Sergio Hornero; y Jonathan Delgado, que había hecho lo propio con el gallego Sanmartín. El combate cayó del lado del madrileño por ippon, que pasaba a semifinales donde se tenía que enfrentar a Udoka Sunday, que a su vez, a base de uchi-mata, se había deshecho de Jesús Puebla, y Juan Caravaca. La semifinal fue muy disputada, con sanciones para los dos judokas al poco de empezar, y una leve ventaja para Udoka, gracias a otra sanción a la que se añadiría un yuko de uchi-mata, mediado el tercer minuto de combate. Con el marcador en contra, Jonathan aprovechó un fallo de Sunday para marcar waza-ari de contra, y terminar con otro waza-ari de barrido, segundos antes de que terminara el tiempo de combate.
Por el otro lado, Fernández-Portal se impuso al campeón de España sub-23, Santyago Díaz por waza-ari, en un combate que empezó perdiendo de yuko, tras un seoi del navarro. En cuartos se enfrentó a Iván Domínguez, del que se deshizo con un ippon de barrido. La semifinal le enfrentaba a Aarón Rodríguez, en una combate complicado y correoso en el que ninguno de los dos pudo marcar nada, y solo dos solitarios shidos, uno para cada contendiente, aparecían en el marcador, una vez consumidos los cinco minutos de combate. En la técnica de oro, José Mª aprovechó un fallo del Andaluz para contrarle y llevarse un ippon que le metía en la final.
La final, muy igualada durante los primeros minutos, con poca lucha por el agarre, y con un judo muy estático, se empezó a desequilibrar del lado de Fernández-Portal superado el ecuador del combate, gracias a un yuko de harai-goshi y que Jonathan se vio incapaz de remontar. A falta de escasos segundo para el final, Fernández confirmó su victoria con un ippon de barrido, a la salida de una entrada de su rival.
Los bronces fueron para Iker Lizarríbar, que se impuso por un yuko ante Aarón Rodríguez, y para Omar Martínez, que sorprendió a Udoka con un fantástico ippon de uchi-mata.

En +100, sin Parra ni De Mingo, Víctor Canseco y Sergio Martínez se perfilaban como principales favoritos al título.
Canseco empezó su andadura con un fulminante ippon en seis segundos de harai-makikomi a Damián Alonso. En cuartos apeó del cuadro principal al vasco Mikel Ponga, con otro ippon de makikomi, para enfrentarse en semifinales a Pedro García.
El combate se mantuvo igualado hasta mediado el tercer minuto, cuando Víctor logró arrastrar con una contra, al suelo a su rival y marcar waza-ari. Poco antes de entrar en el último minuto, un kuchiki-taoshi de García, le permitió acortar distancias con un yuko, y la continuación en suelo, le dio el ippon de osaekomi que le metía en la final.
Por el otro lado, Sergio Martínez se deshacía del valenciano Quique Letrado con un harai-goshi, en los primeros treinta segundos. En cuartos se impone con un waza-ari al poco de empezar el combate, sobre Marco García, seguido de una inmovilización que termina en ippon. La semifinal, ante el extremeño Federico González se impone por ippon tras un combate muy trabado y repleto de sanciones por pasividad.
La final, poco brillante y muy igualada, donde las sanciones por pasividad se daban a pares, fue poco a poco decantándose del lado del madrileño: un yuko de kuchiki-taoshi al poco de cumplirse el primer minuto de combate y un koka de contra a falta de dos, sentenciaron el combate, pese a un último intento de García, fuera ya de tiempo, de remontar el combate.
Los bronces fueron para Federico González que se impuso a Mikel Ponga por un koka y para Canseco que lo hizo frente a Diego Abad, por ippon.


 
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