
Nos hemos quedado a las puertas de las medallas. Un descuido de David en el combate por el bronce, ha terminado con su espalda sobre el tatami. Esther, cansada de toda la competición, no ha podido superar a la china. Al final de la jornada, dos quintos puestos para el equipo español.

ÁFRICA
Anis Lounifi, TUN, 117 votos
Salima Souakri, ALG, 53 votos
Emada El Din El Sayed, EGY, 36 votos
Priscilla Chery, MRI, 20 votos
Jose Mba Nchama, GEQ, 8 votos

Hirotaka Okada, JPN, 135 votos
Zhitkeyev Askhat, KAZ, 69 votos
Min-Ho Choi, KOR, 33 votos
Tong Wen, CHI, 20 votos
Miran Mahmoud, IRI, 3 votos
Naidan Tuvshinbayar, MGL, 0 votos
EUROPA
Frederique Jossinet, FRA, 61 votos
Igor Makarov, BLR, 55 votos
Urska Zolnir, SLO, 40 votos
Edith Bosch, NED, 35 votos
Miklos Ungvari, HUN, 33 votos
Ariel Zeevi, ISR, 16 votos
Niel Eckersly, GBR, 7 votos
Robert Krawczyk, POL, 5 votos

Dennis Iverson, AUS, 178 votos
AMÉRICA
Leandro Guilheiro, BRA, 191 votos
La jornada de hoy comenzaba con, un bien recibido, estrés para los acreditados como prensa españoles. Pues casi a la vez salían a competir Ceci, David y Esther.

El siguiente combate la enfrentaba a la italiana Barbieri, a priori rival asequible. Y así ha sido hasta mitad de combate. Luego, no sabemos muy bien la razón, Ceci se ha empezado a deshinchar, y la italiana ha ido subiendo hasta superarla.


El combate contra El Assri ha sido costoso y casi pierde, pero el yuko marcado casi al comienzo del encuentro le ha valido para ganar y pasar a cuartos.
Casi sin tiempo de recuperación ha tenido que salir David a competir contra el coreano Lee. Éste nos sorprendía al comienzo de la mañana al ganar al brasileño Camilo. El cansancio del madrileño se hacía patente desde los primeros compases del combate. Lee ha ido sacándole sanciones hasta agotar el tiempo.



En el combate contra la venezolana Pinto, la burgalesa ha mantenido el mismo nivel. Tras dos shidos lo ha zanjado con un magistral soto makikomi.
Ha sido en cuartos de final cuando Esther nos ha hecho sufrir. Todos estábamos ya temiéndonos la llegada de banderas, cuando, a falta de tres segundos para concluir la técnica de oro, uno de sus seois de rodillas le ha proporcionado el yuko que la metía en semifinales.
Al ver el resultado de los encuentros entre Verkerk y Esther, sin querer, todos nos hemos hecho a la idea de que ya estaba en la final. Pero la holandesa tenía un día excelente y su público la había hecho crecerse. A Esther le ha sido imposible superarla.


