Es uno de los entrenadores más veteranos del equipo técnico de la RFEJYDA. En sus casi veinte años al frente del equipo senior masculino, se ha sentado en la silla con los mejores judokas españoles del momento: Ernesto, Kenji, Alarza, Aythami, Peñas, Villar, Kiyoshi, Cueto… han estado bajo sus ordenes cuando conseguían medallas en los Juegos, los mundiales o los europeos.
Ahora afronta sus quintos Juegos Olímpicos, con Óscar y David bajo su batuta, y dispuesto a acompañarles en el duro camino hacia el podium de Beijing.

¿Desde cuándo practicas judo?
(Suspira) Hace ya unos pocos de años. Yo empecé en 1965, y de forma seguida hasta ahora, no he parado nunca.

¿Cómo empezaste?
Por la locura que nos entra a los jóvenes (ríe). Por aquella época no hacía mucha gente judo. Tenía un amigo que tenía un vecino que era cinturón negro, pero aquél ni conocía el judo. Entonces le habló del judo y nos animamos y empezamos a practicar judo los dos. Luego él se cansó enseguida y yo seguí.

¿Qué grado tienes?
Soy 8º Dan

¿Desde cuándo formas parte del equipo técnico de la Federación Española?
Desde el año 1989 cuando se planteó el programa olímpico de Barcelona’92. Por esa época la Federación habló conmigo para ver si podía colaborar en ese sentido, y desde entonces hasta ahora.

¿Siempre has estado en el equipo senior?
Sí. En ese momento empecé en el senior, ya que tenía gran número de alumnos en el equipo nacional.

Tu eres el entrenador titular del equipo senior…
Bueno, somos dos entrenadores, Quino y yo. Lo que pasa es que en esta Olimpiada no hemos clasificado el número de gente como para llevar al equipo entero. Siempre han ido todos los entrenadores. En este caso se ha decidido que vaya yo. (…) En la Olimpiada anterior fuimos los dos, en Barcelona hubo dos, en Atlanta también, a Sydney también, que fue Rochela que por aquella época estaba de director del equipo nacional.

¿Cómo es la labor desde la silla dirigiendo los combates?
Es un poco complicado (ríe). Es sencillo pero es un poco complicado también porque no sabes a veces qué indicaciones les puedes dar; como el competidor, intentas hacer la indicación lo mejor posible, pero a veces son erróneas… y es difícil. Yo no suelo indicar demasiadas cosas, no sé si es porque no estoy seguro de hacerlas (ríe) o porque creo que cuando las cosas van bien y el competidor lo está haciendo bien no es necesario indicar si estar detrás o estar delante o pequeñas cosas.
Respecto a los entrenamientos la gente tiene un nivel y sabe hacer un trabajo que no hay que indicarle (ríe). Yo siempre digo que “teniendo comida sabe comer todo el mundo”, y aquí hay mucho alimento, aquí y en todas las concentraciones que se hacen. Cada uno trabaja según las condiciones.

Además del trabajo en la Federación, ¿a qué te dedicas?
Tengo un gimnasio desde hace… desde siempre. (…) Tengo un gimnásio y es mi forma de vivir. A pesar de las salidas, sigo dando yo clases, aunque desde hace 20 años tengo profesores que me ayudan. Son alumnos que ahora se dedican profesionalmente a esto, como por ejemplo Raúl Camacho. Por eso yo estoy tranquilo a pesar de las largas temporadas que te pasas fuera. Cuando estoy dirijo el gimnásio, o doy un entrenamiento o una clase... Vamos, un poco compaginando las dos cosas.

De cara a Beijing, ¿cuáles son los objetivos?
El objetivo de los participantes, no de los entrenadores, es sacar medalla. Sabemos lo difícil que es, pero la gente que va tiene posibilidades reales, tanto los chicos como las chicas, de estar ahí. Si en el momento van a estar, eso no se sabe, ¿quién va a saberlo?. Pero el objetivo es que la gente llegue a la medalla y que coja la medalla. Todos los chicos que van, tanto Óscar como David, son gente que ha sido campeona de Europa, que ha ganado a los mejores judokas… Óscar disputó medalla en la Olimpiada pasada… A David le ocurre lo mismo, cualquier judoka que le toque, sea campeón del mundo o campeón olímpico… de hecho al georgiano campeón olímpico le ha ganado en varias ocasiones (…) El nivel está y las posibilidades son reales.

Como entrenador en Beijing del equipo masculino, brevemente, ¿nos puedes decir una virtud de Óscar?
Es un tío muy regular, necesita poco del entrenador; él solo es capaz de funcionar, el entrenador tiene una función pequeña porque es capaz de reaccionar bien.
¿Y una de David? hay una conexión muy buena con él, me siento capaz de indicarle alguna cosa que sé al 100% que es positiva.
Ambos son judokas muy completos y han vivido el éxito de ganar a todos; y tienen, desde luego, la ilusión más fuerte y más grande de un deportista porque saben que realmente pueden estar ahí. Y tienen muchas ganas, porque también saben que esto supone muchísimo para ellos en la vida deportiva y en la profesional y para lo que representan, para España.

Pues nada, a ver si hay suerte y nos traemos alguna medallita...
Esperemos que si...
Muchas gracias
De nada
Entrevista de Osotogabi


 
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