Después de París, la cita esta vez es en Budapest, capital húngara. Otra vez, como no, están todas y más. La clasificación está caliente y ningún país quiere dejar pasar esta oportunidad. Algunos países con la clasificación en el bolsillo de muchos pesos, se dedican ya a sacar a varias jóvenes promesas, que sin presión alguna no dejan de dar guerra, a las aspirantes a la clasificación.
La competición de sábado comenzó a las 10, tres pesos, tres tatamis, los ligeros, dejando -63 Kg, habitual de este día, con 43 competidoras para el domingo.La primera de las nuestras en salir fue Vanesa Arenas (-48). En su primer combate con la polaca Pulkosnik venció al imponerse por un koka de kouchi en el segundo minuto de combate, corta diferencia, que supo mantener y le daba paso a la siguiente ronda donde se enfrentaba con la brasileña Menezes. Sucediéndose todo un combate de lucha de agarres y entradas por parte de una y de otra, sin ningún resultado favorable para ninguna de las dos, pasando a la técnica de oro, con ambas judokas manteniendo la misma actitud, encadenando entradas de una y de otra hasta que a falta de 3,36 la brasileña marca un yuko de kuchiki taoshi a Vanesa. La derrota de la brasileña, con la rumana Dumitru, dejaba a Arenas sin repesca.
Nuestra otra representante en -48, Oiana Blanco, se enfrentó en su primer combate con la italiana Moscatt, campeona de Europa en 2007, y a la que Oiana ya ganó en Bulgaria, pero esta vez no pudo ser, la transalpina se puso por delante y supo aprovechar su ventaja, y mantenerla hasta el final del combate con un judo huidizo y con una sucesión de falsos ataques. La derrota de ésta, ante la china Gao, dejó a la vasca sin opciones de repesca.
A la vez, Ana Carrascosa entraba en el tatami. Tras los dos últimos quintos puestos de Sofía y París, venía dispuesta a quitarse la espinita, marcando yuko de ouchi, al poco de cumplirse el primer minuto de combate, ante la ucraniana Afendikova, para segundos más tarde, marcar un espectacular ippon de barrido. En su segundo combate, ante la austriaca Hukuda, Ana sale muy concentrada, y agresiva, sacando un shido en los primeros cuarenta segundos, por pasividad. Al poco de cumplirse el primer minuto de combate, Ana amplía su ventaja con un yuko de kosoto, con la que se llegaría al final del choque. En el tercer combate, la valenciana se enfrentaba a la japonesa Nishida. Ana salió al tatami muy concentrada, y dominando durante los primeros minutos, e intercambia entradas muy peligrosas de las que ambas judokas se zafan con gran agilidad. Pero a falta de poco más de un minuto para el final, la japonesa sorprende a Ana con un kouchi, con el que marca yuko, y que la española ya no consigue remontar. En repesca, Ana vence a la italiana Forciniti sin problemas, con un ippon de kataguruma por la izquierda. El siguiente combate le enfrentaba a la inglesa Johnstone, a la que ya había derrotado en Sofía, y a la que se impuso de nuevo, con un ippon de kataguruma por la izquierda, pasando así a disputar el combate por el bronce. El combate por el tercer puesto, con la finlandesa Sudnberg se desarrolló sin problemas para Ana, que se adelantó con un yuko de contra, y concluyó con dos waza-aris, el primero de kataguruma, y el segundo de morote-gari.
En -57, nuestra campeona de España, Yahaira Aguirre, disputaba su primer combate con la suiza Goeldi. Antes del ecuador del combate, Yahi llevaba toda la iniciativa con las entradas, y a falta de dos minutos, una sanción a la suiza por salirse le dio la primera ventaja a la española. A falta de un minuto, Yahaira marca un yuko de seoi, ventaja que la suiza ya no pudo remontar. El segundo combate de Yahaira, ante la alemana Waechter, fue un choque muy igualado, donde la alemana controlaba el kumi-kata gracias a su mayor envergadura, y donde un solitario koka de la española, de kuchiki-taoshi, le permitió pasar a la siguiente ronda. En cuartos de final ante la francesa Harel, un sorprendente ippon de yoko-tomoe nague mandó a Yahi a la repesca. En su primer combate del cuadro de consolación, Yahi se enfrenta a la mongola Erdenet. Aguirre empieza el combate adelantándose con un waza-ari de yoko-tomoe, ventaja que le valió para llegar al final de los cinco minutos, por delante de la asiática. En su segundo combate de repesca, la española se enfrentaba a la estadounidense Gotay. El combate estuvo muy igualado, llevando a las dos judokas hasta la técnica de oro, con el marcador a cero. En la muerte súbita, la norteamericana sorprendió a la española con un osaekomi, que la apeaba de la competición, con el séptimo puesto, tras un buen campeonato y con la sensación de que podía haber ganado el combate.
La crónica de la competición del domingo, a partir de mañana miércoles...